Muy trabajada fue la victoria de PecaTapa este domingo y a pesar de ello el equipo se mostraba inconformista al final del encuentro. Y es que parece que ya se han olvidado los tiempos en los que era un auténtico logro sacar tres puntos, aunque fueran de una brecha en la cabeza. PecaTapa es un equipo consolidado con señas de identidad muy propias. En primer lugar, su defensa empieza a ser un gran baluarte. Los pocos goles que se reciben últimamente vienen de contraataques o de robos en medio campo. Sin embargo la maraña defensiva que se forma en ataque estático está resultando muy eficiente. No en vano, a excepción del festival de goles contra Athletic Boadilla, en los últimos 8 partidos, PecaTapa ha recibido una media de1,6 goles por partido.
Por otro lado, sigue habiendo cierta dificultad para hacer gol. Hay que crear muchas ocasiones para marcar, lo cual nos deja la mala noticia de la poca efectividad en ataque y la buena noticia de que se crea mucho peligro, porque los partidos se están sacando adelante.
El director deportivo, Sadja Sretenovich ya ha manifestado su satisfacción para con el rendimiento del equipo: “los chavales están jugando cada vez más comprometidos con el equipo. Si untamos convenientemente al estamento arbitral, la Copa San Babilés podría ser nuestra”.
El partido del domingo fue de los de manual de sufrimiento. Indep Boadilla que habita cómodamente en media tabla, se plantó en el campo como el rival incómodo que es. Peca Tapa arrancó algo atascado en ataque. Y fue Indep quien en una jugada de contraataque plantó a un jugador el área que fusiló a Javier estableciendo el 0-1. Tardó en reaccionar PecaTapa, que jugaba serio y llegaba al área pero que desaprovechó varias jugadas de peligro, entre ellas dos libres directos al borde del área. De hecho, en esos momentos de desconcierto, Javier S. salvó un par de ocasiones, en particular un ajustado disparo que desvió y tocó el palo, que hubiera supuesto el 0-2. Peca Tapa salió del letargo y tras incrementar la presión, en un córner magistralmente botado desde la derecha por Miguel S. ("qué zurda tiene este muchacho" ha declarado Sretenovich) Alfonso entró desde atrás como un obús cabeceando el empate a uno ("qué cabezón tiene este muchacho" ha declarado Sretenovich).
La presión iba en aumento y al borde del descanso, tras un jugadón personal de Miguel S. desbordando en velocidad a dos rivales, la defensa de Indep no tuvo otra opción que hacer penalty. Edu transformó con maestría el 2-1 con el que se llegó al descanso.
De nuevo emoción. Parecía más controlado el partido por PecaTapa que se aproximaba más al tercero que Indep al empate. No obstante, en un hábil robo de balón en línea de tres cuartos (“tres cuartos es justo el 75%” ha declarado Sretenovich, que tiene afición a comentar cualquier cosa) la delantera de Indep pilló desplazado a Javier S., que había basculado para descargar el juego en defensa. El preciso disparo hizo estéril la estirada de Javier. El empate a 2 era un resultado que hacía poca justicia a lo visto en el campo. Pero los partidos se ganan con goles y no con justicia. Y eso fue lo que debió pensar Zapatinho, que en un par de minutos revolucionó el partido. Primero una jugada personal de las que nos tiene acostumbrados que estrelló en el palo. Y dos minutos después otra jugada casi idéntica que acabó entrando por la escuadra. PecaTapa no confió en lo incierto del marcador y con 3-2 se volcó para sentenciar. Un fabuloso barullo en el que Alfonso disparó al larguero acabó con un rechace que Carlos convirtió en el 4-2 definitivo.
A pesar de la trabajada victoria, aún quedó cierta sensación de poder haber hecho las cosas mejor. La Copa San Babilés tiene un nuevo aspirante…
Por otro lado, sigue habiendo cierta dificultad para hacer gol. Hay que crear muchas ocasiones para marcar, lo cual nos deja la mala noticia de la poca efectividad en ataque y la buena noticia de que se crea mucho peligro, porque los partidos se están sacando adelante.
El director deportivo, Sadja Sretenovich ya ha manifestado su satisfacción para con el rendimiento del equipo: “los chavales están jugando cada vez más comprometidos con el equipo. Si untamos convenientemente al estamento arbitral, la Copa San Babilés podría ser nuestra”.
El partido del domingo fue de los de manual de sufrimiento. Indep Boadilla que habita cómodamente en media tabla, se plantó en el campo como el rival incómodo que es. Peca Tapa arrancó algo atascado en ataque. Y fue Indep quien en una jugada de contraataque plantó a un jugador el área que fusiló a Javier estableciendo el 0-1. Tardó en reaccionar PecaTapa, que jugaba serio y llegaba al área pero que desaprovechó varias jugadas de peligro, entre ellas dos libres directos al borde del área. De hecho, en esos momentos de desconcierto, Javier S. salvó un par de ocasiones, en particular un ajustado disparo que desvió y tocó el palo, que hubiera supuesto el 0-2. Peca Tapa salió del letargo y tras incrementar la presión, en un córner magistralmente botado desde la derecha por Miguel S. ("qué zurda tiene este muchacho" ha declarado Sretenovich) Alfonso entró desde atrás como un obús cabeceando el empate a uno ("qué cabezón tiene este muchacho" ha declarado Sretenovich).
La presión iba en aumento y al borde del descanso, tras un jugadón personal de Miguel S. desbordando en velocidad a dos rivales, la defensa de Indep no tuvo otra opción que hacer penalty. Edu transformó con maestría el 2-1 con el que se llegó al descanso.
De nuevo emoción. Parecía más controlado el partido por PecaTapa que se aproximaba más al tercero que Indep al empate. No obstante, en un hábil robo de balón en línea de tres cuartos (“tres cuartos es justo el 75%” ha declarado Sretenovich, que tiene afición a comentar cualquier cosa) la delantera de Indep pilló desplazado a Javier S., que había basculado para descargar el juego en defensa. El preciso disparo hizo estéril la estirada de Javier. El empate a 2 era un resultado que hacía poca justicia a lo visto en el campo. Pero los partidos se ganan con goles y no con justicia. Y eso fue lo que debió pensar Zapatinho, que en un par de minutos revolucionó el partido. Primero una jugada personal de las que nos tiene acostumbrados que estrelló en el palo. Y dos minutos después otra jugada casi idéntica que acabó entrando por la escuadra. PecaTapa no confió en lo incierto del marcador y con 3-2 se volcó para sentenciar. Un fabuloso barullo en el que Alfonso disparó al larguero acabó con un rechace que Carlos convirtió en el 4-2 definitivo.
A pesar de la trabajada victoria, aún quedó cierta sensación de poder haber hecho las cosas mejor. La Copa San Babilés tiene un nuevo aspirante…
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