martes, 2 de junio de 2009

Aplastaos por un rodillo

No tuvo mucha historia la desigual batalla que se libró el sábado entre Athletic Boadilla y Peca Tapa. Los 45º a la sombra no hacían presagiar nada bueno, y menos aún con las bajas de Carlos y Zapatinho. Ni siquiera el hecho de jugar en la pista-futbolín, donde por lógica las distancias serían menores, contribuyó a aliviar al sufrimiento de los 50 minutos que duró el partido.
Sería estupendo poder objetar que el segundo gol del Athletic fue en fuera de juego, o que el sexto gol fue un contraataque perfecto, en el que medió un centro picado perfecto culminado por un cabezazo perfecto que entró por la puta perfecta escuadra, y que eso es irrepetible en otros mil intentos. Pero la verdad es que Peca Tapa se mantuvo vivo durante el primer tiempo más por pundonor, encarnado en el gol de Edu, como manifestación palpable de un espíritu combativo, que por juego. El resumen es contundente. Athletic Boadilla metió más goles que tiros entre los tres palos hizo Peca Tapa. Hoy por hoy, Athletic Boadilla está a otro nivel y no vale la pena rebanarse los sesos con más lecturas. “Deberíamos haber aceptado el intento de soborno pagado en cervezas que ofreció su entrenador al principio” fue la frase más inteligente que se oyó como análisis técnico. El 6-1 sirvió para poner los pies en la tierra. La lectura positiva es que es un equipo inalcanzable y que la auténtica guerra de Peca Tapa se libraba al día siguiente.
Y vaya si se libró.

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